La economía de Cuba ha visto una cierta estabilización desde 1999, cuando Venezuela comenzó a enviar petróleo barato a cambio de médicos cubanos. Esto hizo posible que el gobierno dolarice la economía, la introducción del peso convertible en el año 2004. Sin embargo, para el día de hoy, existen dos monedas en Cuba: la “normal” el peso que se paga a los trabajadores y el peso convertible, vinculado al dólar, que está disponible en las remesas, turistas, etc.
Las reformas introducidas por Raúl Castro han permitido a Cuba comprar teléfonos móviles, ordenadores y reproductores de DVD en las tiendas estatales en pesos convertibles, así como su estancia en hoteles extranjeros que anteriormente dejaba afuera a los cubanos [30]. Teniendo en cuenta que un trabajador cubano promedio gana 20 dólares de EE.UU. por mes, y un DVD reproductor cuesta $100 dólares o más, es innegable que la desigualdad social en la isla es cada vez mayor. En los últimos años, el PIB ha ido en aumento, mientras que el nivel de vida promedio no ha aumentado, lo que significa que la brecha entre ricos y pobres ha ido en aumento. En concreto, el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad social en un país, casi se duplicó0,22 a0,41 entre 1986 y 1999 [31].
El ex ministro cubano de la economía, José Luis Rodríguez García, llamó a estos mecanismos capitalistas, una “concesión” a la economía de mercado que era “inevitable”, a pesar de que contradice la supervivencia del “proyecto revolucionario”. Para él, la inevitabilidad fue el resultado de los agujeros en el plan: estos agujeros, que automáticamente serían ocupados por el mercado (negro), debería al menos ser objeto de controles estatales. Pero su única receta para garantizar la supervivencia de la economía planificada era los “valores políticos y morales” del pueblo cubano, en lugar de las estructuras económicas o políticas concretas [32]. Del mismo modo, los “Amigos de Cuba” en el exterior ponen su fe en las convicciones de la dirección o en la conciencia de la población, mientras que con las recientes reformas económicas se están preparando las bases para la restauración del capitalismo.
Estas reformas han sido defendidas por algunos marxistas, comparable a la Nueva Política Económica (NEP) en la Unión Soviética, que fue presentada después de la guerra civil para reactivar la economía. Sin embargo, el sector privado que surgió bajo la NEP fue bajo el estricto control de la burocracia del Estado de los trabajadores. En Cuba, por el contrario, es la propia burocracia, principalmente los militares, que se beneficia de las reformas económicas.
Notas:
30. New York Times: “Cuba removes restrictions on sale of computers and DVD players”. New York Times. 13 de Marzo, 2008.
31. Stuart King: “Cuba: The Last Workers’ State?” In: Permanent Revolution. #10. Otoño 2008. Londres. P. 39.
32. Rodríguez García: “Economic Recovery”. P. 150-151.