El sistema de Cuba se inscribe en el análisis de León Trotsky de un estado obrero degenerado: una sociedad en la que la propiedad privada de los medios de producción ha sido abolida (una condición previa para la transición al socialismo), pero en que una burocracia privilegiada controla todas las esferas políticas, las instituciones económicas, y suprime todas las actividades independientes de las masas. Por lo tanto, la transición al socialismo – la extinción del Estado para que la población activa cada vez mas se haga cargo de todas las tareas de la administración – se bloquea. Y como resultado, todo el sistema tiende a volver hacia atrás, al capitalismo.
Los Trotskistas definieron a Rusia, como un “estado obrero políticamente degenerado”, debido a que: la dictadura del proletariado había tomado la forma paradójica de una dictadura política de “un Estado burgués sin burguesía” sobre el proletariado. La forma del estado es como una máquina políticamente contrarrevolucionaria, bonapartista que aún descansaba sobre las bases sociales del capitalismo post-establecido por la Revolución de Octubre. Esa máquina del estado seguía siendo el órgano de un estado obrero, ya que defendió las relaciones de propiedad revolucionaria. Sin embargo, los defendió a su manera y por sus propios intereses materiales, con el fin de mantener sus privilegios de casta contra la clase obrera, expropiando su producto social para su propio beneficio [17]. En Cuba el dominio burocrático y, por lo tanto degenerado comenzó a diferencia de Rusia, desde su inicio.
La Revolución Cubana nunca ha visto debates sobre la democracia de los trabajadores. En los primeros días de la revolución, hubo debates acerca de cómo aumentar la productividad de los trabajadores. El régimen empleó una mezcla de incentivos materiales, los “incentivos morales” y la represión. El Che Guevara promovió los incentivos morales (pidiendo a los trabajadores que trabajaran más duro con el fin de promover la causa del socialismo), como parte de su concepto del “hombre nuevo”. Sin embargo, este debate no incluyó ninguna mención de la democracia de los trabajadores como una forma de aumentar la productividad mediante la reducción de despilfarro de la burocracia y la mala gestión de los encargados. De hecho, Guevara respondió a las críticas de burocratismo por parte de la organización trotskista cubana mediante la supresión de su partido [18].
El revolucionario ruso León Trotsky, en cambio, explicó las características esenciales de la democracia de los trabajadores en una economía planificada: “Los intereses de los productores y las necesidades de los consumidores (…) puede encontrar su expresión sólo por medio de una plena y floreciente democracia de los productores y los consumidores. La democracia, en este caso particular, no es una especie de principio abstracto. Es el único mecanismo concebible para preparar el sistema socialista de economía, y materializarlo de una manera viva” [19]. Por lo tanto, la democracia obrera en Cuba, y no es una cuestión de hacer que el sistema político sea más “amigable”, pero esencialmente hacer que la economía planificada funcione bajo la democracia de las decisiones tomadas por los trabajadores.
El capitalismo utiliza el mercado como un mecanismo muy impreciso para medir las necesidades de la población (impreciso porque el mercado no mide las necesidades en sí, sino sólo aquellas necesidades que pueden ser pagadas, rentables y que produzcan ganancias). Pero en una economía planificada, el único mecanismo revolucionario es la discusión democrática. La planificación burocrática, suprime toda discusión y la crítica, es necesariamente ineficiente porque las necesidades de la población no pueden ser conocidas. Además del hecho de que los burócratas falsean sus propias estadísticas.
Notas:
17. Workers Power: Degenerate Revolution. P. 130.
18. “La represión contra [los trotskistas] se le dio luz verde después que Guevara les critico duramente el articulo de Abril de 1961 en la edición de Voz Proletaria en la televisión nacional. El artículo en cuestión sostuvo que la técnica consejos consultivos establecidos en los lugares de trabajo aparentemente para dar el control de los trabajadores sobre el proceso de producción en cada unidad tenían un carácter burocrático.” Gary Tennant: Dissident Cuban Communism. The Case of Trotskyism. Bradford 1999. (Traducción propia.)
19. Leon Trotsky: “The Soviet Economy in Danger”.